El entrenamiento metacognitivo para personas con psicosis
El entrenamiento metacognitivo (EMC) para personas con psicosis es un enfoque terapéutico psicológico dirigido a mejorar los síntomas positivos de la psicosis. El EMC utiliza un enfoque «backdoor» que no se dirige directamente a los síntomas, sino que reduce los sesgos cognitivos asociados al desarrollo y mantenimiento de los síntomas, en particular los delirios, mediante la mejora de las capacidades metacognitivas de los participantes. Se trata de un enfoque estrictamente basado en pruebas, fundamentado en más de 30 años de investigación en ciencia cognitiva y psicología. Meta-análisis recientes han demostrado la eficacia sostenida del EMC en la mejora de los síntomas positivos, los sesgos cognitivos y el insight (Moritz et al., 2022; Penney et al., 2022).
El EMC, que consta de 10 módulos, se centra en los errores y sesgos cognitivos, así como en los retos emocionales asociados a la esquizofrenia, como los problemas del estado de ánimo. Estos sesgos pueden, de forma independiente o combinados, conducir al desarrollo de falsas creencias e incluso delirios (Freemann, 2007; Moritz Woodward, 2007). Por lo tanto, el objetivo del EMC es concienciar sobre estos sesgos y fomentar el análisis crítico y la modificación de las habilidades y creencias actuales para la resolución de problemas.
El EMC se imparte en grupo y cada módulo incluye componentes psicoeducativos destinados a "normalizar" mediante ejemplos y ejercicios. Se abordan diversos sesgos y se discute la falibilidad de la cognición humana. Adicionalmente, se presentan las exageraciones de las distorsiones cognitivas (normales) y cómo éstas pueden provocar problemas en la vida cotidiana y, potencialmente, delirios. Además, se utilizan ejemplos de casos de personas con psicosis para ilustrar este punto y, si los participantes se sienten inclinados a hacerlo, se les da la oportunidad de compartir sus propias experiencias. La formación guía a los participantes para reconocer y mitigar las trampas cognitivas. Además, se destacan los mecanismos de afrontamiento disfuncionales, como la evitación, y se introducen estrategias alternativas y más constructivas.
Entre los sesgos cognitivos que se reconoce que pueden contribuir al desarrollo de los delirios se encuentran los sesgos de estilo de atribución, la extracción de conclusiones precipitadas, los sesgos hacia las pruebas de inconsistencia, los déficits en la teoría de la mente y el exceso de confianza en los errores de memoria. Además, también se tratan temas importantes relacionados con las dificultades del estado de ánimo, la autoestima y el manejo del estigma. Durante la formación, se destacan los vínculos entre los estilos de pensamiento, los delirios y la psicosis, así como el cambio en la "infraestructura cognitiva" que subyace a las ideas delirantes. A lo largo de la formación se hace hincapié en que cometer errores es humano y que la mayoría de las personas tienen sesgos cognitivos. El objetivo del EMC es ayudar a los participantes a comprender y mejorar sus sesgos, especialmente los que están claramente presentes en la psicosis.
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